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La subida al Tourmalet es uno de los desafíos más icónicos del ciclismo de carretera y es una de las más emblemáticas cumbres del Tour de Francia.
La historia de la subida al Tourmalet se remonta a los primeros años del siglo XX, cuando se utilizó por primera vez en el Tour de Francia en 1910. Desde entonces, ha sido una carrera regular en el Tour de Francia y ha visto a algunos de los mejores ciclistas del mundo luchando por alcanzar la cima.
La subida al Tourmalet es un desafío no solo para los ciclistas profesionales, sino también para los ciclistas aficionados. Cada año, miles de ciclistas de todo el mundo se dirigen al Tourmalet para intentar vencer al desafiante terreno y alcanzar la cima.
Si estás planeando subir al Tourmalet, es importante estar bien preparado física y mentalmente. La subida es exigente y requiere una buena condición física y una técnica de pedaleo sólida. Además, es importante planificar tu viaje con anticipación, incluyendo el alojamiento, la comida y el transporte.
Subida desde la población de Luz-Saint-Sauveur hasta la cima del puerto del Tourmalet. Se trata de la ascensión «menos dura» al Tourmalet, teniendo en cuenta que ambas ascensiones suman un coeficiente de dificultad de mas de 300 puntos.
Coeficiente de dificultad: 322
Distancia: 18,9 km
Subida desde la población de Saint Marie de Campan hasta la cima del puerto del Tourmalet. También conocida como el Tourmalet por la Mongie. Probablemente la vertiente mas dura de las dos.
Coeficiente de dificultad: 355
Distancia: 17,2 km
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